¿Qué se puede hacer desde casa?

La prevención desde la familia:

Aunque la incidencia y prevalencia de trastornos de la conducta alimentaria se mantiene más o menos estable en los últimos años, lo que sí ha incrementado notablemente son las conductas de riesgo relacionadas con la alimentación y el culto al cuerpo como, por ejemplo, el uso de dietas restrictivas sin control médico. De esta manera nos encontramos ante una situación en la que es posible que, finalmente, el número de casos de TCA incrementen. Es por este motivo que resulta de vital importancia encontrar mecanismos para reducir la aparición de estas conductas de riesgo relacionadas con el deseo de adelgazar. Se han de transmitir pautas a la familia y al adolescente TCA, las que se mencionan más adelante.

¿Qué puede hacer la familia para evitar la aparición de conductas de riesgo?

La familia tiene un papel clave para que puede convertirse en un modelo muy potente de hábitos y estilo de vida saludables. La transmisión, desde la familia, de la importancia de mantener una alimentación equilibrada y de no basar la autoestima en el aspecto físico puede reforzar la autoestima de los hijos y protegerlos de sufrir un trastorno de la conducta alimentaria.

 

¿Qué hacer?

  • Hacer una comida al día en familia. ¿Sabías que hacer al menos 1 comida al día en familia ayuda a prevenir los trastornos de la conducta alimentaria?
  • Confiar en la sensación de saciedad de sus hijos e hijas y evitar forzarlos a comer. Recordar que su ritmo es más lento y requiere más paciencia por su parte. Confíe en su capacidad de autorregulación.
  • Asegúrese todos alrededor de la mesa
  • Apague la televisión y dejar los móviles, tabletas y otros dispositivos fuera de la mesa.
  • Preferentemente comed todos lo mismo.
  • Favorecer el consumo de alimentos y preparaciones saludables.
  • Aprovecha el momento para disfrutar de la compañía y la conversación.
  • Fomentar la comunicación en la familia, es importante que los hijos sientan que son escuchados y que su opinión tiene un lugar dentro de las conversaciones familiares, de esta manera se sienten reconocidos y aprenden, al mismo tiempo, que existen diferentes puntos de vista sobre un mismo tema.
  • Evitar hacer uso de la comida como premio o castigo. Evitar mensajes como «si te lo acabas todo, te daré un helado». Mejor reforzar pequeños avances, como probar un alimento nuevo.
  • Compartir con los hijos actividades de ocio como ver la televisión, hacer deportes juntos, salir a hacer actividades culturales, leer o navegar por Internet.

 

¿Qué no hacer?

  • Es importante no caer en la sobreprotección. Es natural e instintivo que la prioridad de padres y madres sea proteger a sus hijos e hijas, pero es necesario no excederse en este instinto, ya que es necesario que los chicos y chicas aprendan a ser autónomos ya ser capaces de autocuidarse. E ocasiones será necesario que, incluso, se equivoquen para poder aprender a gestionarse por sí mismos.
  • Aunque es beneficioso que la familia motive al hijo o hija para conseguir sus metas y para poder mejorar su rendimiento, es muy importante evitar establecer exigencias muy elevadas que puedan terminar presionando en  exceso el menor. Recordemos que cada persona tiene unas habilidades y que   los chicos y chicas pueden experimentar de forma muy negativa la sensación de fracaso por no haber conseguido las exigencias familiares.
  • No es recomendable hacer comidas diferentes a las que hace toda la familia con el objetivo de adelgazar, por parte de los padres, puede convertirse en un    modelo para el hijo o hija, aprendiendo que para mantener un peso saludable es necesario alterar el hábito alimentario tradicional.
  • Es muy importante no dejarse llevar por la permisividad social respecto a hacer dietas restrictivas sin control médico. Ser crítico con estas dietas y trucos que se ponen «de moda» favorece que los hijos e hijas también lo sean y entiendan la necesidad de comer de forma saludable y la importancia del peso como un    tema de salud, no como un tema estético.
  • En caso de detectar comportamientos potencialmente peligrosos será necesario que la familia acuda a un centro de atención primaria. Asimismo, en caso de duda o sospecha, puede hacer una consulta personalizada a la Asociación Contra la Anorexia y la Bulimia, desde donde podremos orientar y resolver las dudas y preocupaciones que tenga la familia.

Guías para familias

 

¿Cómo puedes explicar a tus hijos qué son los trastornos de la conducta alimentaria?

Infórmese sobre los trastornos de la conducta alimentaria y sobre el tratamiento de éstos (ver el apartado de los TCA). Lo repetimos a menudo porque es realmente útil tener información técnica y concreta sobre la enfermedad. Conocer los trastornos alimentarios nos permitirá entender qué le pasa a nuestro hijo o hija, cómo se siente, qué piensa, qué angustias tiene, etc. Tener conocimiento sobre la enfermedad también nos facilitará hacer un ejercicio de empatía con nuestro hijo/a y sentirnos un poco más cerca de él/ella. Por otra parte, estar informados sobre el trastorno alimentario rebajará el nivel de incertidumbre porque podremos anticipar situaciones propias de la enfermedad y estar mejor preparados.

Puedes consultar el vídeo que enlazamos a continuación dónde se explica muy bien qué son los TCA.