Una vez más, esos pensamientos que aparecen, que irrumpen incesantemente una y otra vez coartando la expresión de tu esencia real que limita tu presencia.

Allí estás tú, sumergida en una realidad en la que solo te acompaña otra versión tuya dominada por lo externo llamado comida. Sin darte cuenta, poco a poco te vuelves invisible para ti misma y priorizas que todo depende de lo externo sin importar lo más mínimo el valor de lo intrínseco que tienes, pensando que lo que valemos está allí, afuera, en lo otro.

Toca hacer un reverso de la circunstancia. Hacer frente a un proceso de vaivén de emociones, superar y vencer miedos, inseguridades dirigidas a la aceptación de quién somos y cómo somos, a conocernos más de lo que antes erróneamente pensábamos.

No es nada fácil la lucha contra la anorexia, pero menos fácil es tomar la decisión de optar por salir de la situación la cual hace restar. Escucha, reflexiona, piensa, cree, en primera persona, en ti, porque eres única, válida y suficiente.

Natalia Freitas