10 septiembre, 2020
En días malos
Recuerdo en mis peores momentos de la enfermedad, cuando había algo que no iba como yo quería o esperaba, era un motivo para derrumbarme, de tirarlo todo a la basura, de autolesionarme por aliviar mi frustración.
Hoy me siento delante la mesa del comedor, después de una tarde de esas que podríamos decir que todo ha salido al revés de como me esperaba, que me han derrumbado algunos proyectos que tenía en mente, pero sigo aquí, pudiendo escribir, pudiendo sacar la rabia e impotencia llorando, sí, he llorada delante de las personas que me han negado esa ilusión, me he dejado llevar por mis emociones sin sentirme mal por hacerlo, porque señoras y señores; ¡llorar es saludable!
Llorar me quita tensiones, aunque a veces me viene un gran dolor de cabeza de tanto llorar, que seguro que me entiendes, porque sé que a ti también te pasa, pero; ¿sabes cuál es mi truco para que se me pase? Cojo mis aceites esenciales, huelo la menta me pongo una gota en los sienes, los respiro y de repente empiezo a notar que me quema, que me lloran los ojos y de repente mi mente se despeja, puedo pensar con claridad. Pensar con claridad para mí es poder ver un poco con objetividad a mi alrededor. A veces hay cosas que no nos salen como queremos o esperamos pero a nuestro alrededor siguen estando esas cosas que sí que nos han salido, que hemos conseguido por nosotras mismas y si podemos verlo, es mucho más fácil agradecer lo que tenemos y no hundirnos en nuestra frustración, que en realidad si localizamos, podremos ver que estamos frustrados por una situación, o dos. Pero eso no deberíamos permitir azotarnos por eso, porque somos humanos, estamos vivos, sentimos, hacemos, nos equivocamos, aprendemos y triunfamos.
Así que, ahora mismo puedo quererme, no destruirme, puedo cuidarme y abrazarme sin lesionarme. Ahora sé que estoy viva, porque tengo emociones, siento, y no necesito hacerme daño para sentir que estoy aquí y que VIVO.
Y con todo esto quiero animaros, me gustaría poder dibujar a través de la pantalla esa luz que todas necesitamos en un momento u otro para que veas que tú puedes, tú puedes con lo que te propongas y más si es ponerte bien, sanarte por dentro para poder sanarte por fuera.
Te propongo una cosas; coge tu móvil, o algún que otro accesorio que puedas grabar tu voz, pon start y repite conmigo. ¡Pero convencida;
YO SOY ESA/E NIÑA QUE CORRÍA, QUE SONREÍA Y LLORABA CUANDO LO SENTÍA, ME QUERÍA TAL CUAL, ASÍ QUE HOY DECIDO QUERERME Y CUIDARME. YO PUEDO LEVANTARME Y PEDIR AYUDA CON LO QUE NECESITO Y ME AYUDARÁN PORQUE ME LO MEREZCO Y PORQUE QUIERO SER FELIZ.
Guarda esa grabación y cada día por la mañana y por la noche antes de ir a dormir póntela y repítela, ponte delante de un espejo de cara y repítetelo, porque tú brillas, sólo necesitas un empujoncito para poder volar como las estrellas.
Melodi Agustí