6 septiembre, 2024

UN VERANO SIN TCA

He llegado hace unos días de unas vacaciones geniales a Colombia. Es un país con una naturaleza y biodiversidad increíble, al igual que su gastronomía y su gente. Lo he podido disfrutar libremente y sin normas, sin preocupaciones ni angustias relacionadas con el deporte o la alimentación.

Cada vez quedan más lejos aquellos veranos donde los viajes y vacaciones familiares eran un momento de angustia y malestar, donde el foco era más lo que comeríamos, cómo haría deporte, cómo controlaría, etc., que disfrutar del destino y de la compañía.

El camino no ha sido corto, y si reflexiono y recuerdo todos los años que han pasado, cada año ha habido pequeñas mejoras: más libertad, menos preocupación… no siempre es de la noche a la mañana porque los patrones vividos con el TCA son muy fuertes y te dictan cómo hacer las cosas. No podemos esperar borrarlo todo de inmediato, pero cada pequeño paso nos acerca a la vida que queremos. Sin prisa, pero sin pausa, cada pequeña acción suma.

No podemos vivir a medias, con miedo y sufrimiento en relación a nuestro cuerpo y nuestra alimentación. ¡Todas las experiencias increíbles que podemos vivir nos están esperando!

Carolina.