SOMOS MAS QUE UN FÍSICO
Hace unas semanas iba caminando por la calle cuando me pareció ver a una mujer del barrio donde viví al llegar a Córdoba. Hacía dos años que me había mudado, y creo que en ese tiempo no la había vuelto a ver. Por lo que al principio dudé en si era ella o no, y no fue hasta que la tuve en frente y vi que ella también me miraba como si me conociese, intentando averiguar de qué, que me decidí a saludarla.
-¡Hola! No te había reconocido, no te esperaba por aquí, ¡cuánto tiempo! – la saludé amablemente. No es una mujer con la que haya tenido un trato estrecho, pero por educación, ya que parecía que ambas nos habíamos reconocido, no me pareció mal saludarla. En qué momento se me ocurrió hacerlo…
-¡Hola! Ay, perdona, yo tampoco te había reconocido, como estás más gordita… – mi cara fue todo un poema. No me había imaginado esa contestación.
La conversación no se alargó mucho más (¿para qué?), y me arrepentí durante todo el camino de haber sido amable.
Por desgracia, este tipo de comentarios se escuchan muy a menudo. Tenemos normalizado comentar del cuerpo de los demás sin conocer el contexto de la persona, juzgando el físico de los demás, alabando la delgadez y demonizando la gordura. Sin pensar en que detrás de ese físico, hay una persona con diversas circunstancias de las que somos desconocedores. Y que quizás, con esas palabras, estamos hiriendo en lo más profundo de su alma.
Por favor, dejemos de juzgar el cuerpo de los demás como si fuera lo único por lo que se define una persona. Como personas que somos tenemos mucho más que ofrecer a la sociedad que un físico. Centrémonos en alabar esas cualidades que nos hacen únicas, y dejemos de maltratar a nuestro cuerpo con comentarios que pueden ser muy hirientes y que no aportan nada.
Leire Martín (@quiseseranaymia)