17 mayo, 2024

SIGO Y SEGUIRÉ APRENDIENDO

Con la enfermedad buscas respuestas, aparecen muchas preguntas, necesitas tiempo para aceptarlo, asimilarlo y encajarlo. Al principio, sobretodo, aparece la culpa. Te preguntas en qué has fallado, qué no has hecho bien…

Tuve una madre ausente e inconscientemente no quería que mis hijas pasaran por lo mismo, mis carencias también, sin saberlo, no les hizo ningún bien.

La enfermedad de mi hija me sirvió de espejo. Ella inició su tratamiento y durante su recuperación me propuse trabajar en mí también. Me detuve a observarme, pues iba en piloto automático, y su trastorno me sirvió para empezar a tener más conciencia de mis pensamientos, de mis sentimientos, a darme cuenta de mis fortalezas y mis carencias. A intentar no culparme, a ver que lo hice lo mejor que sabía. Ella aprendía y yo también, y a día de hoy, hay una parte del proceso de recuperación de mi hija que agradezco, pues sigo y seguiré aprendiendo…

Laia Guiu