HABLEMOS MÁS DE AMOR PROPIO Y MENOS DE CULPA
Principios de enero. Días de frío que acompañan a volver a la rutina. Días de volver al trabajo después de las fiestas con ese gusto agridulce de las ganas de volver a los hábitos del día a día y la añoranza de los días de calma en familia. Días de propósitos y resoluciones para que este año sea mejor. Y en este contexto en el que parece que tengamos que arreglar lo que no hemos hecho durante meses, salen en los medios y entre conversaciones en la máquina de café temas como «estoy a dieta» y «estoy haciendo X para compensar las comidas navideñas». Todavía me sorprende cómo en 2024 aún sean tan habituales este tipo de conversaciones. Cómo todavía los medios busquen el “click” fácil con dietas milagrosas. Y me estremece que esto sea lo habitual, lo común, lo aceptado. Que se perpetúe la presión estética y la gordofobia sobre la diversidad corporal y fomentar la autoestima. Que todavía se utilice la palabra «compensar» a la ligera y tan asociada con una culpa sumergida en tantos anuncios. ¿Cuándo aprenderán los medios a hablar de amor propio y autoestima y hábitos saludables en vez de dietas absurdas? ¿Cuándo nos daremos cuenta de que lo realmente importante es estar bien con uno/a mismo/a sobre cualquier cosa?
Quizás ser familiar de una persona que ha superado un TCA te lleva a estar más a la defensiva y ser altamente sensible para según qué tipo de contenido. Quizás me estremece pensar cuánta gente vulnerable leerá estas noticias y se sentirá mal consigo mismo/a. Quizá busco una Utopía en un mundo capitalista y patriarcal. Pero estos días les invito a que, cuando oigan estos comentarios reivindiquen el amor propio, la diversidad corporal y la autoestima. Les invito a cuidarse y, si se sienten vulnerables, pedir a los suyos que le acojan y abracen en estos días difíciles después de las fiestas.
Cuídese mucho, que quererse siempre será la mejor recompensa.
Marta Vilademunt