Las Caminos de la Vida suelen llevarnos a diferentes lugares, muchas veces esos Caminos nos llevan hacia lugares de mucho aprendizaje, el dolor e inmadurez muchas veces nos llevan a tener actitudes que no sabemos cómo manejar. Con los años, ese aprendizaje se convierte en una llave.

Una enfermedad como un TCA lo es. Ese aprendizaje que me permite crecer intensamente, ya que no siempre comprendemos cómo es que hemos llegado ahí, pero sí sabemos en lo profundo de nuestro Ser que debemos salir de ese agujero. En este Camino el escuchar a nuestro Sabio Interior es la mayor guía, aquietar la Mente.

Esa Mente que tantas veces divaga, tantas veces nos lleva a lugares oscuros también nos pide llegar a lugares LUMINOSOS. Una herramienta para llegar a sentir esa anhelada PAZ que logramos al CURARNOS es LA COMPASIÓN.

La compasión más amorosa hacia nosotros mismos y hacia los demás. Descubrimos que al ser AMOROSOS y respetuosos con nosotros mismos podemos dejar a un lado esa parte más oscura, más representativa de nuestra enfermedad. Entonces nuestro Sabio Interior aquieta la Mente, nos dejaos acompañar y ayudar. Así lo he hecho, ahora comienza Tu Camino hacia una Vida Plena.

Y en ese Camino hacia la Plenitud muchas piedras fui encontrando, pero TODAS y CADA una fueron necesarias, primero para aprender YO y luego para acompañar a OTROS. El Camino siempre estuvo acompañado por muchos desafíos, personas y pequeñas batallas, que con CONFIANZA y muy poco a poco fui construyendo. Algunos de los compañeros de este Camino ahora siguen caminando junto a mí (Sofi, Cory) y otros aún necesitan caminar.

Muchos de los problemas y desafíos han encontrado solución y otros hoy forman parte de aquellas situaciones que no pudieron ser solucionadas, pero representan en mí un aprendizaje de lo que NO pude cambiar y sí aceptar con SERENIDAD.

Hoy sigo caminando, sigo encontrando en este Camino a gente a quien ayudar y también gente que me ayuda, porque de eso se trata el Camino, de seguir. El Camino no es el Fin en SÍ, sino lo que se hace mientras se CAMINA.

Los Ancianos sabios decían muchas veces que el Camino al Hogar es aquel que se vive acompañado de diferentes personas y es por eso que lo recuerdas y aprecias: por la FORMA, no por el FIN.

Hoy me permito seguir, me decido a SEGUIR. Hoy también formo parte del Camino. Agradeciendo por tanto que la Enfermedad me quitó y también me dio, y que ahora es parte también de MI CAMINO.

Romina.