LA MANZANA Y… EL LIMÓN (el diagnóstico)
Mi manzana… en cuanto supimos que venías y eras una niña, ya te llamé manzana (mi poma) cariñosamente cuando te vi por primera vez la carita entre mis brazos… lo confirmé… mi poma… con esa carita tan redondita, tan brillante, tan sanita…. creciste en un ambiente sano, tranquilo, feliz, siempre con tu sonrisa y tan divertida… y nada predecía que nuestra manzana caería en un pozo lleno de oscuridad y enfermarías. Cuando las personas oímos la palabra enfermedad, reflexionamos según el tipo de enfermedad y el tratamiento… unos más leves ,otros más largos e intensivos, y se sobrelleva como cada persona o familia puede.
Pero, cuando un TCA, una anorexia, algo desconocido hasta que te toca, entra en tu casa, con sólo 12 años… sin pedir permiso, ni siquiera tocar el timbre… es exactamente como si te cayera una bomba nuclear en medio de tu salón, borrando la sonrisa de toda la familia, asustando por la incertidumbre y creando un dolor que necesitará años para repararlo, arrasando toda la estabilidad familiar, su bienestar emocional…
Entonces empieza un largo camino… buscar información, buscar especialistas (que a nosotros en particular no nos lo pusieron fácil) y crear una enorme burbuja en casa de comprensión, paciencia, estar a su lado y mucho AMOR.
Dejaste de comer, tomabas agua con limón y paseabas sin parar por el pasillo de casa, estabas siempre triste, cabizbaja, te escondidas bajo ropa oscura y ancha, dejaste de hacer todo lo que te gustaba para refugiarte en tu habitación, supongo que donde sentías esa paz, calma y seguridad que no sentías ahí fuera… lo que yo llamo la SELVA, donde viviste situaciones tan crueles que te llevaron a ese pozo.
Pero, ¿sabes qué, mi poma? Aunque no va a ser fácil, aunque en este proceso hay personas que se han quedado a tu lado para ayudarte y estar contigo y otras se han distanciado o desaparecido en el peor momento, porque precisamente necesitabas estar rodeada de comprensión y amor… esto va a tener un final feliz. Lo sé, lo sabemos y lo sabes. Porque te vamos a rescatar de ese pozo, aprenderás de lo malo y cómo lidiar en la SELVA y volverás a brillar como sólo las manzanas brillan. ¡Te lo aseguro!
MAMÁ DE POMA