Vuelves a reír, te mueves con energía, tienes mil planes de futuro y ganas de hacerlo todo. Todavía tienes mucho miedo e inseguridades (y ¿quién no?), pero poco a poco vas aprendiendo que, a pesar de la enfermedad ha sido un refugio para esconderte, para no sentir, es necesario seguir avanzando para poder ser libre y hacer todo lo que quieres hacer. Que con la enfermedad no se puede vivir, ni reír, ni disfrutar, de hecho ni siquiera llorar, sólo control, restricción, contar, manipular y vuelve a empezar… Llenar la cabeza de cosas que no son importantes, los kilos, las calorías, el espejo…

Paso a paso, con miedo; paso a paso, encontrando de nuevo la motivación, los deseos, la ilusión; paso a paso, apartar los pensamientos oscuros; paso a paso, confiar en ti y en los demás; paso a paso, paso a paso…

Y hay días buenos, incluso gloriosos, y los hay malos, de los que no querrías salir de la cama. Pero creo que vuelves a intuir que, a pesar de los momentos duros, los días complicados, la vida es bonita.

Cada día pasa algo dulce, precioso, que debe valorarse. Incluso los días más malos tienen un rayo de luz, por breve que sea, como una pequeña señal de que mañana puede ser mejor, pero hay que intentarlo.

Cosas que me hacen feliz y que pueden pasar cualquier día de estos, basta con estar al acecho:

Tomar el sol en invierno, que te pegue una lluvia de verano, ver ‘The walking dead’ contigo, escuchar gorjear los pájaros, un campo de amapolas, un partido de fútbol de tu hermano, sentir llover y saber que estamos todos en casa, una cerveza con las amigas, el abrazo de mañana, la brisa del mar, escuchar a mis hijos reír juntos, las confidencias de mi amiga, ver a mi hermana, observar una fila de hormigas llevando molletes al nido, jugar con el gato, poner la cabeza en el pecho de mi marido, cantar, dormir la siesta, que en la cafetería se escuche una canción que me gusta, el olor del pelo de mis hijos…

Esto, y mucho más, puede ocurrir todos los días… porque aunque la vida, a veces, es muy complicada, también es extremadamente bonita. No lo olvides y lucha. Y a ti, ¿qué te gusta?

Imma.