Una madre te da el pecho. Una madre te explicaba un cuento cuando no podías dormir. Una madre te dejaba meter dentro de su cama cuando tenías pesadillas. Una madre te daba Dalsy cuando tenías fiebre. Una madre se estaba contigo al sofá cuando no podías dormir. Una madre te preparaba tu plato preferido porque quería verte feliz. Una madre te acompañaba a la escuela y al médico. Una madre te planchaba la bata de la escuela cada semana. Una madre te cosía los pantalones, el jersey o la chaqueta cuando se habían desfilado. Una madre te enseñaba a abrocharte los zapatos porque todavía no habías aprendido. Una madre te ponía crema del sol cuando en verano ibas a la playa. Una madre te miraba con ojos de madre. Una madre estaba.

Una madre se equivoca. Una madre te hace enfadar. Una madre te educa. Una madre te estima. Una madre te corrige. Una madre te enseña. Una madre te protege. Una madre te abraza. Una madre te escucha. Una madre te riñe cuando tiene motivos. Una madre te besuquea cuando la haces feliz. Una madre siempre te espera. Una madre te cocina tu plato preferido sin que le pidas porque ya ha aprendido cuál es. Una madre está.

Una madre te escuchará desde el sofá con una manta sobre los muslos. Una madre te hablará desde la sabiduría. Una madre te posará las manos el pecho cuando digas que no puedes más. Una madre te abrazará muy fuerte porque dejes de llorar. Una madre te explicará que se hace grande. Una madre te acariciará con una piel arrugada. Una madre te pondrá la sopa en el plato aunque las manos le tiemblen. Una madre seguirá latiendo por ti.

Una madre estará.

Blanca