Estuve como dos años sin la menstruación, la que llamamos vulgarmente la regla. La que tantas veces hemos odiado o hemos intentado atrasar porque nos molesta, porque es un estorbo: en verano para ir a la playa, en invierno porque nos molesta la compresa… siempre tenemos una excusa para “despreciarla”, pero es que gracias a ella hay vida, no lo olvidemos.

Mi primera menstruación fue a los 13 años algo que me costó interiorizar, me daba vergüenza. La odié tanto… mis amigas aún no la tenían y yo sí. Recuerdo en la excursión de final de curso en la playa, támpax, y me manché, y no poco. Por eso y mas no quería tenerla pero…

Qué pasa cuando de repente a los 15 años desaparece la menstruación… una falta, dos faltas, seis faltas… las primeras no me preocupé, es más, me alegré muchísimo, pero a los 16 años ya empezó a preocuparme, porque mi sueño de ser madre en un futuro se estaba esfumando. Sin ella no habría ninguna posibilidad de hacerse realidad ese deseo tan grande que tenía desde bien pequeña.

Allí hubo un antes y un después, pero que el TCA a me removía por dentro y el médico me decía que debía tener una buena alimentación y  cuidar todo mi cuerpo porque: – el cuerpo es sabio-, me decía. -si no tiene lo que necesita, se va quitando de cosas no imprescindibles porque quiere aguantarte a ti, pero ahora no podrÍa aguantar otra vida máS

Duro oír eso, pero muy cierto. Debía ponerme bien, debía cuidarme, quererme para poder en un futuro traer una vida al mundo.

No fue fácil, no te mentiré pero una vez empecé tratamiento psicológico y una buena alimentación y tratamiento farmacológico cuando lo otro ya estaba establecido en mi vida, poco a poco mi cuerpo fue recuperándose, ¡qué agradecido es! Y un día empiezo con dolorcillo de riñones, y unos días después aparece ¡la querida MENSTRUACIÓN!

Melodi Agusti @sweetdreambabys