El otro día me topé con una reflexión sobre lo bello de la psiquiatra y escritora Elisabeth Kubler-Ross, que me llamó la atención gratamente…Decía que las personas más bellas con las que se había encontrado eran aquellas que habían conocido la derrota, conocido el sufrimiento, conocido la lucha, conocido la pérdida, y que habían encontrado su manera de salir de las profundidades. Que estas personas, tenían una apreciación, una sensibilidad y una comprensión de la vida que los llenaba de compasión, de humildad y de una profunda inquietud amorosa.

Lo que me gustó de esta reflexión es que aquí, la belleza, poco tiene que ver con lo comercial o lo material. Aquí va sin límites ni forma. Lo bello de Elisabeth nos habla de camino y de superación. De aprendizaje. Es más sinónimo de resiliencia que de estándar y se libera de esa idea restrictiva que reduce lo bello a un solo alto, un solo ancho y un solo largo. La belleza aquí es dinámica e inclusiva, está al alcance de todxs. Elisabeth nos muestra que la belleza en las personas es independente de la forma, el color o la textura que tengan. Que lo bello está en la vida, con sus luces y sus sombras. Que como acaba diciendo Elisabeth, las personas bellas, no surgen de la nada.

Sara